quinta-feira, 27 de dezembro de 2007

Lo audiovisual, testigo privilegiado de la época

Por Norma Fernández

La profunda crisis estructural que venía instrumentándose en Argentina desde la dictadura del ’76, y que se consolidó con el modelo neoliberal impuesto en las dos décadas posteriores, provocó una transformación sustancial de la sociedad, que pasó en esos años del pleno empleo a más del 50% de la población en el desempleo y subempleo, con sus brutales consecuencias en las condiciones objetivas y subjetivas de existencia.
Al miedo y la parálisis que provocó esta situación a lo largo de dos décadas, siguió, a partir del año 2000, una cadena de micro estallidos sociales en los más diversos sectores – que cobraron mayor visibilidad con las revueltas piqueteras de Zapala a Tartagal y la pueblada capitalina del 19 y 20 diciembre del 2001-, y nuevas formas de auto-organización colectiva. Los recientes excluídos del sistema comenzaron a ejercer (sin abandonar algunas prácticas tradicionales de lucha) propuestas novedosas ante la crisis. El registro audiovisual es un instrumento privilegiado de memoria histórica, y podemos analizar algunas de esas formas de creciente autonomía organizativa en tres videos testimoniales: el primero terminado en 2005 y los otros dos con rodaje terminado y a la espera de posibilidades de edición (el prólogo en animación lo vimos en Ilha Grande):
1) Movimiento de Mujeres Agropecuarias en Lucha: de Winifreda a Rio Negro
2) Fábricas recuperadas: la experiencia de P.A.U.N.I., ex - tractores Zanello
3) De los asentamientos urbanos a las Comunidades Productivas Solidarias en el campo: la experiencia de Florencio Varela.

Norma Fernández, Lic. en Cinematografía, Prof. de Antropología en la UNC, Integrante del Instituto de Estudios y Formación de la CTA.

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